jueves, 16 de enero de 2014

El Bazar, la cueva de Alí Babá





Hablamos de unos establecimientos en peligro de extinción en nuestros tiempos, pero en esos viejos (y mejores)tiempos, esos que ChipViejuno adora, proliferaban por doquier en cada barrio. 

Entonces ni eBay ni Amazon eran los reyes de la compra de electrónica, Media Markt no se había implantado en nuestro país, se pagaba en pesetas, la gente tenía un Commodore de 64 o un Amstrad CPC, y entonces, un día, tu hijo cumplía años y querías comprarle un Casio molón, una Mini-Cadena de doble peltina, una agenda electrónica, un Walkman, ... Daba igual, quisiese lo que quisiese, había un sólo lugar donde encontrarlos: EL BAZAR.


¿Qué era un bazar? La verdad es que era una tienda que vendía toda la electrónica habida y por haber, sin discriminación alguna de tipo, color, tamaño, origen y destino. Desde el clásico Casio Calculadora para la Comunión de algún niño, una Master System, un auto-radio. TODO, y repito, TODO lo que imagines lo encontrabas allí. 

Otro punto común a todos ellos era su nombre. La foto que ilustra el inicio del artículo esta sacada de Google y es, según la leyenda, de Santander (Cantabria). Pero es que en mi ciudad, a más de 800 km, había uno del mismo nombre. Ilustra que todos sus propietarios eran de una imaginación reducida. Bazar Japón, El Pequeño Nipón, Tokio, Canarias, Andorra. ¿Qué os dicen esos nombres?¿Echáis de menos algo? Ya os lo digo yo: China. No aparece por ningún sitio, porque hace 30 años las cosas que allí se vendían eran Made in Japan, como el disco de los Purple. Las cosas venían del Imperio del Sol Naciente, y duraban, otra cosa que también se echan de menos. (Recomiendo este documental).

Y además se cuelan dos lugares muy cercanos: Andorra y Canarias. Estos dos, junto con Melilla, Ceuta y Tánger eran la meca de peregrinación para la compra de tecnología. Allá por los años 50 o 60, la gente que tenía un Citizen o un Seiko lo había comprado en Tánger o Ceuta, los que tenían una cámara de fotos habían aprovechado para adquirirla en un viaje a las Canarias, y en los 80 y 90 ir a Andorra a esquiar también servía para comprar alcohol y tabaco barato y comprar un tocata. Porque todos ellos tenían un régimen fiscal especial que no gravaba las importaciones, de ahí que en Canarias te pudieses comprar una buena Canon o un Honda, marcas que en la península no eran tan comunes de ver.

Sin ir más lejos, mi primera consola, una Super Nintendo, la compre en uno de estos bazares, y estoy hablando del año 96, no hace tanto de eso, aunque parezca mentira.

Por otra parte, habría que hablar de un concepto que se oye hoy día cada 20.000 conversaciones: decomisos. Muchos de estos bazares se surtían de eso mismo, de objetos decomisados en aduanas que no habían pagado las tasas pertinentes, que no tenían los papeles en regla o vaya usted a saber que. Eran populares, entre otros los de la calle Fuencarral, en Madrid.

¿Quiénes eran los propietarios? Habitualmente, eran españoles, señores o señoras, por igual, aquí hubo paridad siempre. Había algún propietario exótico: hindúes o egipcios, por ejemplo, aunque eran minoría, pioneros de la inmigración en nuestro país. Y después todo evoluciono y se pasó a lo siguiente: los chinos inundaron el mercado con sus tiendas de "Todo a cien" y después los pakistaníes se hicieron con el mercado. Después lo dicho, eBay, o mejor dicho, Internet los remataron. Hoy es rarísimo encontrar uno de estos, aunque siguen quedando y cada vez que paso por uno de ellos, se me ponen los dientes largo sólo con pensar en las maravillas que guardaran en sus trastiendas, lo dicho, la cueva de Alí Babá.

Gracias a todos por estar ahí nos vemos el lunes con más y mejor, y desde ya en Facebook y Twitter.

2 comentarios:

  1. En Donosti, en el Bule, había también un bazar Canarias. Y creo recordar que a mí o a mi hermana nos compraron un reloj en él.

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  2. No falla, un nombre clásico para todo establecimiento que se precie. El primer iluminado que abría un bazar con este nombre, sólo por el mismo, tenía un 50% de la clientela asegurada.

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