Somos ávidos consumidores de música, y queremos hacerlo dónde y cómo queramos.Y la tecnología ha seguido el camino de popularizar la música, acercándola a las masas, que no todos somos el Duque de Gonzaga.
Digamos que la música llego a las masas a través del gramófono, del inventor alemán Emil Berliner, que utilizaba discos, no de vinilo, para la reproducción de música. Además, sobre su competidor coetáneo, el fonógrafo de Edison, el cual utilizaba un disco de cera, tenía una ventaja capital: el disco se producía a millones a partir de una grabación original, mientras que cada cilindro de fonógrafo necesitaba ser grabado desde 0, desde la grabación original.
Entonces escuchar música en la calle suponía una hernia de caballo |
El vinilo como lo conocemos, se popularizó a partir de finales de la década de los 40, aunque ya existía desde los 30. Fue la escasez bélica de los materiales tradicionalmente usados para la fabricación del disco lo que impulso el uso del vinilo.Se podían transportar por su ligereza y dureza, algo de vital importancia dadas las circunstancias.
Y he aquí que el vinilo se empezó a grabar a 33 y 1/3 RPM, en formato de 12 pulgadas(30cm), el más popular, lo que permitía 25, por cara, lo que entonces imagino causó un gran impacto, teniendo en cuenta que los formatos anteriores, se grababan a 78 RPM, permitiendo unos escasos 3 minutos por cara.
La duración aumento considerablemente, pero el formato era grande, muy grande, aunque eso no impidió que fuese portátil, podías comprar un tocata de maleta, entre varios "colegas" y montar un guateque cuando quedaba libre de padres la casa de alguno.
Sanos jóvenes dándolo todo |
Dejado atrás este paréntesis, digamos que el casete, al igual que el vinilo, utilizan una grabación mecánico analógica, basada en una cinta magnética, pero es el tamaño y la duración lo que nos ocupa hoy, y en eso fue un salto estratosférico, como el de Félix Baumgartner, ya que en un espacio muy reducido, (10x7 cm, aprox.) tienes desde 23 minutos por cara, hasta 60.
Nunca olvidaré los viajes vacacionales en el coche familiar, con la excelsa variedad musical de mi padre: una cinta de "Los Bravos", otra de "La Frontera" y para terminar, otra de "Gabinete Caligari", reproducidos en un auto-radio Kenwood de dudosa procedencia.
Radio Raheem, de "Haz lo que debas", loco del casete e icono de Chip Viejuno |
Como este jóven, cualquiera podía llevarse su "loro" a todas partes, e incluso 3 o 4 cintas en un bolsillo, y el lío estaba armao'. Pero es que además, en 1979, Sony nos ilumina con su "Walkman". Sobran las palabras, en aquel momento ser adolescente y tenerlo debía ser orgásmico. Creo que queda claro que el casete fue la verdadera revolución en cuanto a movilidad en la música. Se nota que en Chip Viejuno lo amamos, ¿verdad?. Por no mencionar, la personalización. A gusto del consumidor, desde la radio o en una doble pletina, te lo hacías a tu estilo, ¿Hay mayor revolución que eso?
Después de eso, la desolación, se pasó al formato digital
con el CD, y las cosas empezaron a gustarnos cada vez menos. Está claro que se
oye genial, y que no podemos llevarle la contraria al Maestro Herbert Von
Karajan, pero nos gusta mucho menos.
El jueves nos vemos de nuevo.
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